"Atraídas por el Corazón traspasado de Jesús para amar "

 
 
El jueves, 19 de enero 2017,
doce RSCJ, que están en Roma para la probación
(un período de preparación intensiva
para el compromiso definitivo),
recibieron su nombre y divisa.​
 
 
Desde los tiempos de Sofía, cada grupo de probación ha recibido un nombre y una divisa que indica la transformación que han experimentado en su ser durante estos meses de probación y que será un punto de referencia para toda su vida y una llamada vital para mantenerse fieles a lo que han descubierto es el centro de su existencia. 
 
En su conferencia, la Superiora General Barbara Dawson RSCJ dio a este grupo de probación su nombre e divisa:
 
Nuestros corazones han latido con fuerza al recordar las maneras maravillosas en las que Dios ha revelado su amor profundo y tierno a cada una de ustedes. Hemos constatado, en su actuar, cómo han llegado a formar un Solo Cuerpo, fundado en la confianza y vivido día tras días. Sentimos también, una y otra vez su deseo de encarnar el amor de Dios entre los pobres, los explotados y los marginados. Mientras orábamos por quienes son ustedes ahora y quien están llamadas a ser, sentimos arder nuestros corazones y descubrimos su nombre y divisa. 
 
El nombre que les damos es:
 
Atraídas por el Corazón traspasado de Jesús para amar
 
Y su divisa:
 
El Espíritu continúa transformándonos para responder
a las necesidades y clamores de nuestro mundo
 
 
Barbara recuerda a las probanistas y a todas nosotras que:
 
Uno de los dones más grandes que dejó Sofía a la Sociedad, y a todas nosotras que somos sus hermanas, así como a todos los que comparten nuestro carisma y espiritualidad, es su deseo de que descubramos una y otra vez el amor del Corazón de Dios, que vayamos, aprendamos, descansemos y amemos en Él. Como dijo en una de sus cartas: 
 
"Ve al Corazón de Jesús y saca de Él lo que necesitas,
y cuando necesites más, vuelve a la Fuente y saca de nuevo”. 
 
 
Su divisa es una oración que procede de la introducción a las llamadas del Capítulo General 2016, cuyas raíces están en el número 21 de nuestras Constituciones: 
 
El Espíritu que vive en nosotros nos va transformando interiormente.
Su gracia nos hace capaces de ir quitando los obstáculos a su acción.
Nos une y conforma con Jesús y nos hace sensibles
a su presencia en nosotras, en los demás, en la historia.
Llegamos así a contemplar y a sentir la realidad con su Corazón,
a comprometer nuestra vida al servicio del Reino y a crecer en el amor.
«Tened entre vosotros los sentimientos que tuvo Cristo Jesús». (Fil 2, 5)​
 
 
Ahora que están llegando al final de su probación, acercándose al momento en el que proclamarán de todo corazón su promesa sincera de seguir a Jesucristo para siempre en la Sociedad del Sagrado Corazón, estas inspiradoras palabras de Bárbara les animan a "zarpar":
 
Dios nos llama a amar, nos llena de amor apasionado por su pueblo, y continúa atrayéndonos hacia el corazón de Dios e impulsándonos hacia afuera, hacia el pueblo de Dios, como la inspiración y espiración al respirar, una y otra vez.
 
Vivimos en un tiempo y en un mundo que a menudo se siente fuera de control, dominado por la avaricia, el egoísmo, la pobreza, la violencia y la degradación del ambiente, así como muchas otras injusticias. Y al mismo tiempo, vivimos y trabajamos con personas y comunidades que desean ardientemente la paz, la no violencia y una vida más humana y centrada en Dios para sí, sus hijos y sus seres queridos.​
 
 
Durante su profesión perpetua el domingo, 22 de enero, recocijamos con ellas, con sus provincias, y con toda la Sociedad, haciéndo eco de las palabras de bendición de Barbara:
 
Confiando en la fidelidad de Dios y en el amor de sus hermanas,
pedimos para que el Corazón traspasado de Jesús las atraiga siempre para amar y,
transformadas por el Espíritu, respondan con pasión y fuego
a los clamores de nuestro mundo y del pueblo de Dios. ​
 
 

La Comunidad de la Probación con el Consejo General