El Señor me ha invitado a "permanecer en Su amor...."

  • La autora, Viviana Mian rscj (derecha) con Válery Jaques rscj (ARU)
  • Viviana con su grupo de probación
  • Viviana en Roma
  • Viviana con algunas Hermanas de la Provincia de Argentina-Uruguay

Cuando escribo me doy cuenta que ya paso un mes desde el día de mi profesión, el 24 de mayo pasado… ¡Cuánto ha pasado!  Y cuánto sigo agradeciendo cada día por la posibilidad de seguir andando,  y cuanto más ando “me hago más libre en busca de Ti”, como canta Cristóbal Fones, sj. Ando con el corazón llenito de gratitud y saboreando el día a día de mi Galilea aquí en Guadalupe (Uruguay)… porque el Señor me ha invitado a “Permanecer en su amor…”. ¿Qué más puedo pedir? Pero ahora me piden compartir sobre este día tan lindo que compartimos. 

Ha sido una experiencia honda de la ternura y la fidelidad de Dios en mi vida y sellar en alianza este “detalle” del Señor Jesús conmigo. 

Confieso que cuando en comunidad pensábamos la celebración, a veces me sentí desbordada por tantos detalles a tener en cuenta (alojamiento, sillas, letanías, comidas, casa…etc. etc.) pero esos días todo se dio con mucha sencillez, en un clima de familiaridad, de amistad, de fiesta!!!  

Fue una experiencia muy intensa y cargada del cariño y cercanía de mucha gente. Vane, rscj llegó unos días antes, y fue tan precioso todo lo compartido. Muy gratuito y de mucho trabajo!!! Ayudó a disponer la casa, lo que sea para ir recibiendo a los que venían… un gracias especial para ella!!!

Y hay tanto detalle del reino escondido… Unos días después descubrí las fotos de las hermanas que fueron a cargar sillas en plena lluvia del sábado, y me encanto ver la alegría, las risas, el disfrute! Hermanas queridas les agradezco tanto a cada una, por tantos pequeños detalles escondidos!!!

Mi familia se hizo presente y cómo!!! Vinieron en patota, porque fueron llegando 38 entre hermanos, sobrinas, sobrinos y demás… Eran multitud. Luego, en el transcurso de los días, hubo gente que devolvía algunos ecos y compartía que fue muy emocionante verlos a todos cuando el P. José los invito a ponerse de pie. Y de mi familia misma, sigo recogiendo ecos de lo maravilloso que lo pasaron, lo que esta instancia de encuentro les permitió compartir y vivenciar entre ellos… ¡Lo que me causa una alegría inmensa por supuesto! Hasta mis sobrinos que se dicen ateos a sí mismos quedaron conmovidos con la celebración, con la homilía. ¡¡¡Ni se dieron cuenta que la celebración duro casi dos horas!!! Es que no terminan de agradecer lo bien que se sintieron, lo acogidos y quedaron admirados de la calidez de la celebración, de las hermanas y de toda la gente que los recibió con tanto cariño.

Por otra parte, lo que a veces parece imposible, Dios lo hace posible y nos vuelve a sorprender!!! Nuestra casa se hizo “elástica”, carpa para albergar a tantas y tantos!!! Me emociona recordar el momento del almuerzo, acomodados como se podía y permitía el día, esa rueda tan grande que se armo en nuestro patio compartido entre familia, hermanas, amigos, jóvenes… ¡cuánta vida! ¡Qué sagrado y bello! 

Fue para mí fue muy significativo la presencia de las comunidades de religiosas y religiosos que se hicieron presentes. Se sintieron tocados y agradecidos por la calidez de la celebración, por los signos, gestos y sobre todo, ver cuando todas las hermanas me daban esa bendición al final de mi envío a permanecer en la comunidad de Guadalupe. 

Esta bendición, la recibí antes de hacer mis primeros votos y me acompaño a lo largo de estos años. Pedí que se renueve esta fuerza en mí porque dice mucho a mi vida, y quiero que me siga acompañando en la vida que descubro y manifiesto hoy. Esta “recreada” al hoy y dice así:  

Viviana, como elegida de Dios, y amada por El, pedimos para vos:

  • Entrañas de compasión, de ternura, de cordialidad y de afecto.

  • Que puedas reconocer y aceptar el apoyo de otros, las ideas de otros, los proyectos de otros y ofrecer también todo lo que hay en vos.

  • No tengas miedo de mostrarte vulnerable; también el Señor Jesús lo fue. No escondas tus carencias, celebra tus límites.

  • Estate siempre dispuesta a aprender de otros, a modificar tus puntos de vista y a dar participación.

  • Que puedas alegrarte siempre con el encuentro y  caminar en compañía, contando con compañeros y compañeras de misión.

  • Sé agradecida. 

Que la Palabra de Jesús habite  con toda su riqueza.
Celebrá, hacé fiesta y viví la sororidad.
  • Que sea el Amor lo que mueva tu vida y tu entrega, para que puedas OFRECER EL DON RECIBIDO.

  • Y que todo lo que hagas en cualquier comunidad donde estés, sea en el nombre del Señor Jesús y para Gloria de su corazón, reconociendo que "de su plenitud hemos recibido gracia sobre gracia."

Seguro que se me escapan un montón de detalles y personas por agradecer que quisiera compartirles, lo que sí deseo decir es que ÉL, que es FIEL,  me ha “abrasado con su amor” y me invita a “permanecer…” y en este deseo y realidad es que busco vivir en fidelidad el día a día…

 
Viviana Mian rscj         
 
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