de Magdalena Sofía y del Sagrado Corazón
presentaremos artículos de nuestros
colaboradores y compañeros en misión.
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Instituto Pedagógico Nacional Monterrico en Perú,
comparte sobre el lugar de Magdalena Sofía en su vida
y resalta tres actitudes del corazón:
fervor, fidelidad y confiar en Dios.
Este tiempo lo vivo acogiendo la presencia tierna de Dios, la presencia de mujeres importantes en mi vida; con oportunidad de la preparación al Bicentenario de Filipina Duchesne, valorar el legado de Magdalena Sofía, pero sobre todo la actitud de María, nuestra Madre.
Mis sueños me van llevando a buscar cómo vivir desde lo cotidiano la presencia de cada una de ellas que aportan a mi formación en sus diferentes dimensiones, como mujer, esposa, madre y maestra.
Quiero dar énfasis a las palabras que vienen resonando en mi quehacer cotidiano: “los tiempos en que vivimos exigen fervor, fidelidad y generosidad. Confiar en Dios solo es la mejor seguridad del alma”, Magdalena Sofía me cautiva y me gustaría precisar…
Empiezo describiendo como el FERVOR es clave en la vida de mi familia, celebrar la presencia de María en este mes mariano, asumiendo los retos con sencillez y sabiduría, lo cual viene significando priorizar los espacios de oración en la noche con mis hijos para agradecer por tanto recibido, ofrecer lo que vamos haciendo además de participar de la eucaristía los domingos, espacio que me va permitiendo caminar con mi pequeño de 6 años y fortalecer la amistad entre Jesús y mi hijo de 10 años.
Sentir la invitación a vivir las relaciones transformadoras desde mi ser educadora me ha implicado escuchar, acompañar y dejar obrar a Jesús en lo complejo de la vida humana, el ser miembro de la comunidad educativa del Instituto Pedagógico Nacional Monterrico me invita a descubrir una vez más, cómo Dios nos exige en la misión a dar lo mejor de una misma y a caminar con alegría.
La FIDELIDAD, viene del amor extremo de Dios a la vida que se nos da, Él es fiel a nuestra vida y ello me impulsa a ser leal a mis compromisos. La vida no es fácil, muchas veces lo que nos sucede nos permite descubrir la belleza de la misericordia y de la esperanza en Dios.
En la misión, los jóvenes de la formación inicial docente van reconociendo dentro de su historia la presencia sanadora de Dios y van comprometiéndose a vivir la espiritualidad desde las actividades institucionales. En el Programa de Estudios de Ciencias Naturales, al que pertenezco, tenemos la responsabilidad de organizar la oración y la eucaristía, un ejemplo significativo fue la celebración por el día de la Tierra.
Y finalmente la CONFIAR en Dios, fiarme de Él, sentir como nuestra vida está en sus manos y sus planes se hacen nuestros cuando nuestra felicidad se centra en vivir lo que Él tiene planeado para nosotros.
Nathalia Rosalía Da Silva Arellano