Marcha por la Paz: 51 Día Mundial de la Paz

En una lluviosa mañana del Día Primero del Año, 51 Día Mundial de la Paz, varias RSCJ participaron en Roma en la “Marcha por la Paz - Paz en toda la tierra”, organizada por la Comunidad de San Egidio en apoyo a las palabras del Papa Francisco: “Migrantes y refugiados: hombres y mujeres en busca de paz”.

Antes de comenzar la marcha en silencio hacia la Plaza de San Pedro, hubo algunos breves testimonios. Escuchando a Bako, refugiado irakí, compartir cómo escapó de la guerra para encontrar la paz en Roma después de un largo y peligroso viaje, me sentí conmovida por su hondo anhelo de paz y por la alegría de haber sido acogido. Habló de cómo la guerra destruye los corazones de la humanidad y cómo la paz es una aspiración de toda persona. Pensaba en las muchas personas de varios países, cuyos nombres estaban escritos en pancartas mostradas por los participantes, que tenían el mismo anhelo profundo de paz.

En su alocución, Marco Impagliazzo, presidente de la Comunidad de San Egidio, subrayó que paz supone incluir a  persona acogiéndola e integrándola, especialmente a los refugiados y migrantes. Dijo repetidamente que paz es recordar a la gente que ha sufrido largos y olvidados años de guerras y trabar amistad con ellos.

Estos testimonios hablaron hondamente a mi corazón, especialmente en este inicio del año. Hacían eco al mensaje del Papa Francisco  que nos llama a colaborar generosamente en la construcción de un mundo más humano “combinando cuatro acciones estratégicas: recibir, proteger, promocionar e integrar” a los migrantes y refugiados.