Compañeras de Filipina Duchesne en la Rebeca

  • Esta es una de las pocas imágenes que tenemos de una Rebeca. Es una fotografía de uno de los dibujos originales que se hicieron en lo que solía ser una pared del comedor del Colegio de Maryville.

Los documentos recientes del Capítulo General han dirigido nuestra atención hacia otros pasajeros que cruzaron el Atlántico con Filipina Duchesne de marzo a mayo de 1818.  He aquí algunos datos que hemos logrado reunir sobre las otras cuatro RSCJ y algunos  pasajeros.

Eugénie Audé  nació en una familia noble en Moutiers en 1791. Empezó el noviciado en Grenoble en 1815 y llegó a París poco después de la fundación de la casa “llevando consigo los procederes  mundanos y sus modos de hablar afectados”; pero se convirtió radicalmente durante unos ejercicios, y siendo aun novicia fue enviada a la fundación de Quimper.  Allí pronunció sus primeros votos el 12 de junio de 1817.  Comunicó a Filipina su deseo de ir a América, y, según parece, es la única de las cuatro que expresó este deseo.  Hizo la Profesión perpetua en París, a los 27 años de edad, en la mañana  del día mismo de su despedida.  Con Mary Layton, entonces novicia, salió de Florissant en 1821 para fundar Grand Coteau, donde tuvo mucho éxito. En 1825 participó en la fundación  de Saint Michael en Luisiana, casa que gobernó con acierto como superiora, hasta ser nombrada Asistenta General para América.  Viajó a Francia, y nunca regresó a América.  Falleció  siendo superiora de la Trinidad del Monte, en Roma, a la edad de 51 años, el 16 de marzo de 1842 (año que Filipina pasó  con alegría en Sugar Creek, con los Potowatomíes).  Está enterrada bajo el altar mayor de la iglesia. 

Octavie Berthold nació en Ginebra en una familia calvinista en 1797.  Se convirtió al catolicismo siendo muy joven y entró en la Sociedad en Grenoble.  Se dice que era muy bella y que hablaba corrientemente el latín, el italiano y  el inglés.  Pronunció los primeros votos el 5 de febrero de 1817 en París, de modo que vivió entonces con Filipina que estaba en París desde 1815.  Hizo la Profesión perpetua en París a los 21 años, justo un año después, el 3 de febrero de 1818, cinco días antes de que la expedición misionera saliera de París.  Cuando Filipina  fue  a San Luis para fundar la City House (Casa de la Ciudad), Octavie quedó de superiora en Florissant.  En aquella época padeció una extraña enfermedad en la cara o la garganta  y soportó heroicamente varios años de gran sufrimiento.  Falleció el 16 de septiembre de 1833 en la City House, con 36 años. Fue la primera que falleció del primer grupo. 

Marguerite Manteau (1779-1841) entró en Poitiers en 1808, donde pronunció los primeros votos el 21 de septiembre de 1809 e hizo la profesión el 8 de octubre de 1810.  No estaba en el grupo que salió de la Casa Madre de París, sino que se unió a ellas en Poitiers cuando pasaron camino de Burdeos.  Tenía 39 años y probablemente no  conocía anteriormente a ninguna de ellas.  En 1824 fue destinada a Grand Coteau, donde pasó el resto de su vida, y allí falleció el 4 de julio de 1841, a los 62 años, el año que Filipina vivió  en Sugar Creek.  Desde el principio, Marguerite fue la más miedosa, y en sus últimos años padeció demencia.

Catherine Lamarre (1779-1845) ingresó en la Sociedad en Amiens, donde pronunció los primeros votos el 21 de noviembre de 1806  y la profesión el 1 de marzo de 1816.  Tenía también 39 años al salir de París.  En 1827 fue con Filipina a la City House y falleció en Florissant el 5 de julio de 1845 con 66 años.

Filipina, con 48 años, era la mayor del grupo que salió de Francia,  y falleció la última, en 1852, a los 83 años.

El Padre Bertrand Martial (1770-1832) viajaba en el mismo barco y acompañó a las RSCJ como capellán y persona de autoridad.  Después escribió a Sofía para reprocharle que “me ha humillado durante setenta días al poner bajo mi dirección a personas cuya virtud supera todo lo que puedo expresar”.  Fue durante una temporada vicario general de Nueva Orleans.  Con él viajaba el seminarista Xavier Evremond-Harissart (1792-1859), que iba a ser ordenado por el Obispo Mgr. Dubourg  y trabajó en América hasta que regresó a Francia en  1844.  

Otros detalles conservados:  Había a bordo algunos Protestantes, que asistían a la misa celebrada por el Padre Bertrand.  El capitán era Mr. Le Torneur.  Catherine Lamarre se hizo  amiga de su hijo pequeño, que según parece viajaba en el barco con su perro, Carlin.  Mr Le Torneur se retiró más tarde a Florissant, donde Filipina lo conoció.  Catherine trabó también cierta amistad con una señora de Burdeos cuyo nombre ignoramos.  

Emprendieron la travesía con unos pollitos.  Nos figuramos que los pollitos no llegaron con vida a Nueva Orleans.

Carolyn Osiek rscj
Archivista, Provincia USC
** Este artículo, que hemos traducido y republicado con permiso, fue publicado originalmente en el Update de la Provincia USC.
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