Las autoras: Olaya Mayans y and Patricia Hevia rscj
Cada año, dentro de la planificación de las actividades pastorales de verano,
se oferta a los alumnos de nuestros colegios la posibilidad de realizar
una parte del Camino de Santiago.
Nos unimos así a los miles de peregrinos de todo el mundo
que recorren una de las rutas de peregrinación más importantes de Europa y del mundo.
Nuestro deseo, al proponer esta actividad, es que nuestros alumnos
puedan vivir una experiencia que les lleve a vivir la fraternidad,
la superación personal, el contacto con la naturaleza,
el descubrimiento del silencio y de la oración, el caminar al ritmo de otros…
Nos pusimos en camino 26 chicos y chicas de 16 y 17 años de distintos colegios de España, y les acompañamos 3 rscj (Olaya Mayans, Patricia Hevia y Ruphine Ndimbani, PVT congolesa que está haciendo su experiencia internacional en España), y tres profesores de nuestros colegios. Durante siete días recorrimos más de 160 kilómetros del Camino de Santiago Portugués.
De izquierda a derecha: Josep Maria Llull (profesor de la Diputación de Colegio del Sagrado Corazòn), Patricia Hevia rscj,
Ruphine Ndimbani rscj (PVT, Congo), Juana María de León (Colegio del Sagrado Corazón, Fuerteventura), y Olaya Mayans rscj
Tratar de poner el corazón en nuestro camino fue el lema que alentó nuestro caminar y que nos invitó a superar dificultades, disfrutar de los bellos paisajes y sabernos en comunidad que peregrina unida. A lo largo de los días pudimos experimentar la cálida y gratuita hospitalidad de distintos ayuntamientos y comunidades religiosas que nos acogieron. Excepcional fue la acogida de la comunidad de rscj de Placeres donde pasamos una noche.
Nuestros días se estrenaban muy temprano con un desayuno compartido y con una oración que marcaba el “tono” del día. Tras cinco ó seis horas de camino llegábamos a nuestra meta diaria. Por las tardes y por las noches nos juntábamos en torno a un tema de reflexión en el que los chicos expresaban búsquedas, deseos e inquietudes.
Fue todo un regalo poder compartir estos días con un equipo de adultos excepcional y acompañar a estos jóvenes de nuestros colegios en ese proceso de crecimiento, superación y descubrimiento de la vida y del Evangelio. La alegría de la meta alcanzada al llegar a la Plaza del Obradoiro, en Santiago de Compostela, expresaba bien la intensidad del esfuerzo y de los días compartidos juntos.
Olaya Mayans rscj y Patricia Hevia rscj
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