Se están escribiendo muchos artículos y reflexiones sobre el Sínodo de la Amazonia, por lo que podrían estar abrumados y abrumadas por tanta información, pero de mi parte aquí hay algunas palabras para la Sociedad. Estoy en Roma con el grupo de Amerindia, que es una red de teólogos en América Latina. Estamos por fuera de los muros del Vaticano. Solo compartiré algunas señales de esperanza:
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La preparación fue altamente participativa y el documento es bueno.
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La periferia se sitúa en el centro, que es lo que hizo Jesús; por ejemplo, puso al hombre con parálisis en el centro para que todos lo vieran.
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Un bioma y un territorio específico son el punto de partida y de referencia, una situación social y humanitaria que afecta a todos.
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Los obispos de la Pan Amazonia son en general pastores preocupados por el bienestar de las personas, especialmente los más vulnerables, como es el caso de los pueblos indígenas. Les preocupa la amenaza real de su extinción. Se menciona la palabra genocidio.
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El Papa es sin duda un motivo de esperanza. Lidera con ambiente de libertad, de igualdad, y escucha con mucha atención las voces de las mujeres. Quisiera avanzar, pero para ello necesita propuestas concretas que cuenten con el apoyo de la mayoría.
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Han surgido diferentes asuntos, pero es esperanzador afirmar que el sínodo está tratando de reunir tres aspectos de manera transversal: el bioma amazónico, intercultural y eclesial. Sólo una iglesia poscolonial podrá asumir los desafíos de la ecología y una diversidad de culturas siempre amenazadas. De lo contrario, tendremos solo fragmentos, pero el modelo sigue siendo el mismo. La clave es responder a las necesidades de las personas y de la naturaleza. El tema central debe ser el verdadero servicio a las personas y proteger la naturaleza, y no hacerlo para tener una cara "renovada", sino para seguir siendo una iglesia egocéntrica.
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Los ministerios de mujeres en esta iglesia postcolonial son de gran importancia, primero para incluir y reconocer lo que siempre han hecho y también para incluirlas en la toma de decisiones... sólo si hay un cambio en el modelo clerical y auto-referido será creíble y transformador.
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De una realidad concreta a una realidad global, diferente a los otros dos sínodos de familias y jóvenes.
Hay algo en el aire... está buscando algo nuevo. ¿Quizás el Espíritu Santo?