Viviendo la Justicia con Santa Filipina Duchesne

  • Dibujo: AASH Conferencia, 1953.
    Dibujo: AASH Conferencia, 1953.
  • Niños de la escuela St. Jude - Misión de RSCJ en la reserva india de Soboba (Estados Unidos).
    Niños de la escuela St. Jude - Misión de RSCJ en la reserva india de Soboba (Estados Unidos).
  • Sta. Filipina Duchesne con los Potawatomi en Sugar Creek, Kansas, Estados Unidos.
    Sta. Filipina Duchesne con los Potawatomi en Sugar Creek, Kansas, Estados Unidos.
Celebramos el valor de Santa Rosa Filipina Duchesne, rscj, una mujer misionera. Hoy, aunque ya no enviemos misioneras a países lejanos, seguimos llamadas a ser tan valientes e intrépidas como lo fue aquella mujer pionera.
 
Vivió con audacia en medio de la Revolución Francesa, soportando carencias y privaciones físicas y, a pesar de la oposición de algunas de sus hermanas, avanzó con una visión tan clara que algunos podrían considerarla obstinación. Puso los fundamentos de las misiones de la Sociedad del Sagrado Corazón en América del Norte y Sudamérica, Antiillas, y Nueva Zelanda. 
 
Podemos considerar a Filipina como nuestro líder a la hora de dar respuestas a los pobres y de buscar la justicia para los que están privados de sus derechos básicos.
 
En cada coyuntura de su vida ella enfrentó las dificultades con coraje y la vista puesta en el servicio al pobre y al que estaba en desventaja. Después del cierre de Santa María de lo Alto, su convento de origen en Francia, reunió a niños de la calle en una escuela  improvisada  para educarlos, y cuando se dió cuenta, después de llegar a Missouri, que no podría ir "a sus Indios", escribió al Secretario de Guerra (entonces responsable de ¡Asuntos Indígenas!) para protestar por las políticas que  desarrollaba con las tribus indígenas. Su corazón siempre se inclinaba hacia aquellos a quienes hoy nosotros llamaríamos "los marginados o marginadas.”
 
Cuando finalmente Filipina fue a la franja de los Indios Potawatomi, estaba demasiado enferma para servirles activamente, pero ellos experimentaron su amor y su deseo de servirles a través de sus largas horas de oración y enseñando a coser  a las mujeres. Todos la llamaban: " la Mujer Que Siempre Reza.”
 
“Pero llevamos este tesoro en vasos de barro para que aparezca que la extraordinaria grandeza del poder es de Dios y que no viene de nosotros."  2 Cor. 4:7
 
¿Quiénes son nuestros Potawatomi?  ¿Qué llamadas convincentes escuchamos?  ¿Qué nos llama a trabajar por la justicia?
 
Santa Filipina Duchesne enséñanos a rezar siempre y a estar presentes a tu gente que tiene necesidad de justicia.
 
Sharon Karam rscj
Provincia de Estados Unidos y Canadá