Rita Berecz
Espero de corazón que cada vez más jóvenes sientan el deseo de seguir el llamamiento de Dios en nuestra Sociedad. Nuestro carisma de encarnar el Amor es un tesoro tan grande, y ciertamente el paso del tiempo no lo ha debilitado. Sigo deseando contribuir a la misión de la Sociedad con mi humilde servicio, donde quiera que me encuentre y adonde quiera que Dios me llame o me envíe.