El Colegío del Sagrado Corazón en Seúl, Corea nos pide que oremos a fin de llegar a una solución pacífica y rápida de este conflicto.
El verano pasado, tuve una experiencia apostólica en el Centro de Estudios Saenal para Niños del barrio, en Bucheon. Era mi segunda experiencia desde que entré en la Sociedad del Sagrado Corazón. Hay unos 25 niños y la mayoría de ellos provienen de familias pobres. Casi todos sus padres son trabajadores en fábricas. Algunos niños sólo tienen el padre o la madre, y por eso necesitan que algunos adultos se ocupen de ellos durante el día.
Nací el 8 de febrero de 1940 y soy la tercera de cinco hijos. Tengo dos hermanos mayores y dos hermanas menores. Entré en la Sociedad como pre-postulante y en 1966 empecé el noviciado en Susono, Japón. Ahí fui feliz, porque aunque tuve dificultades por no dominar el inglés, las novicias me aceptaron como era y apreciaron mis experiencias. Rezando Génesis I: 26-3I, tomé conciencia de que Dios valora lo que ha creado y que ha hecho a los hombres y a las mujeres a su imagen y semejanza. Recibiendo el amor de mis hermanas, comprendí el amor de Dios y a aceptarme a mí misma.
