¡Despertar al Mundo! Celebrando el Año de la Vida Consagrada

  • Foto por Maria Cimperman rscj (USC)
Maria Cimperman rscj, que ha sido nombrada Directora del Centro para el Estudio de la Vida Consagrada en la Unión Teológica Católica en Chicago, relexiona sobre tres preguntas:
  1. ¿De qué debe despertar el mundo? (Despertar, ¿de qué?)
  2. ¿A qué debe despertar el mundo? (Despertar, ¿a qué?)
  3. ¿Cómo vas a ofrecer  tu carisma, muy particularmente este año, para consolar y alegrar?
En un artículo, que fue publicado en la Información por la Conferencia Formación Religiosa, ella ofrece sus respuestas a estas preguntas  -- frutos de la oración, la reflexión y la conversación.
 
Dado que este artículo es más largo que los usuales publicados en rscjinternational, ofrecemos este resumen. El artículo completo se puede entonces acceder haciendo clic en el enlace de abajo.
 
 
“Despertar al Mundo!” ¿De qué?
Ella identifica tres lugares donde estamos llamadas a despertar al mundo:
  1. la parálisis cuando vemos tanta vulnerabilidad y devastación en el mundo de hoy
  2. el otro extremo de actividad incesante, incluso frenética
  3. la ilusión de que la gente puede vivir en islotes aislados de asistencia, olvidando de que somos “un mundo”
 
“Despertar al mundo!” ¿A qué?
Ella percibe tres llamadas a despertar el mundo: 
  1. encuentro con Dios y de unos con otros
  2. crear comunidades de comunión, encontrando formas de vivir nuestra humanidad global común 
  3. imaginación y creatividad religiosas
Al despertar el mundo, "juntos podemos crear el mundo que Dios desea, el mundo que nosotros mismos deseamos."
 
Consolar: ¿Cómo podemos ofrecer nuestro carisma para consolar?
Citando secciones de nuestras Constituciones, ella destaca llamadas emergentes:
  1. nombrar lo que vemos:  escuchar, oír, y dar a conocer los gritos de nuestra humanidad herida y nuestra tierra herida
  2. amar, no en lo abstracto, sino en lo particular:  escuchando atentamente, dejando espacio para encontrarnos
  3. valorar nuestras tareas apostólicas actuales a la luz de las necesidades no resueltas de nuestro tiempo
 
Alégrate: ¿Cómo podemos ofrecer nuestro carisma para alegrar?
Ella comparte tres acciones-respuestas concretas:
  1. ofrecer invitaciones y oportunidades de rezar es una forma de abrir y ofrecer nuestra propia vida
  2. valorar la diversidad, compartiendo nuestras narrativas de perdón y reconciliación, así como los diferentes dones que tenemos 
  3. vivir la disponibilidad radical
 
Ella termina su reflexión diciendo:  Todas estas son invitaciones llenas de esperanza, que miran al mundo que nos rodea y ofrecen nuestro carisma de ser el amor de Cristo en el mundo de hoy. Nuestro éxito no es lo que importa, pero el esfuerzo sí. Dios realiza la transformación -  la nuestra y la del mundo. Nosotros buscamos participar - con amor, en despertar al mundo, consolar y alegrarnos.
 

Haga clic aquí para leer el artículo completo de Maria Cimperman.

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