Nuestra Señora de Dolores en la Sociedad del Sagrado Corazón

  • Nuestra Señora de Dolores, Villa Lante, Roma

Santa Magdalena Sofía se trasladó a la nueva Casa Madre en París  el 4 de junio de 1836 y la consagró a Nuestra Señora de los Dolores. Esta es quizás la primera indicación pública de su profunda devoción a María bajo este título. La devoción surgió en el siglo XVII con la Orden de los Servitas, y conmemoraba los “siete dolores” de María: la profecía de Simeón, la huida a Egipto, la pérdida de Jesús en el Templo, su encuentro con Jesús en el camino al Calvario, la muerte de Jesús, María recibiendo su cuerpo de la cruz y la sepultura de Jesús. La fiesta de Nuestra Señora de los Dolores se había extendido a toda la Iglesia Católica Romana en 1814, por lo que Sofía habría estado muy al corriente de esto.  La fiesta se celebró el tercer domingo de septiembre. Otra fiesta con la misma devoción fue conmemorada el viernes de la Semana de la Pasión, solo que fue suprimida en 1969 en  favor de la fiesta de septiembre. El rosario de los Siete Dolores fue una devoción popular.

En 1837, Sofía necesitaba una propiedad más grande en Roma y estaba inspeccionando los terrenos de la Villa Lante, donde encontró un fresco de Nuestra Señora de los Dolores en una pared exterior. Este fue el factor determinante en su decisión de comprar este gran terreno, que se extendía por todo el lado este de la colina del Janículo. El edificio de la parte baja necesitaba grandes reformas, pero el “villino” renacentista en la colina superior estaba listo donde Sofía se mudó con las novicias en junio de 1837 hasta que el edificio de la parte baja estuvo listo en 1841. En los tiempos de Sofía las dos propiedades eran accesibles entre sí a través de los jardines  con naranjos y árboles de  limones.  Hoy, la propiedad superior, sede de la Academia de Finlandia y la embajada finlandesa ante la Santa Sede, también conocida como Villa Lante por otros, está completamente separada de los jardines inferiores y la casa por el gran muro de contención construido más tarde para contener el Parque del Janículo. Esa construcción destruyó el fresco original que Sofía había encontrado.

El crucial Consejo General que provocó lo que luego se vería como la mayor crisis para la Sociedad tuvo lugar en la Trinidad del Monte  el 10 de junio de 1839 y finalizó el 5 de julio. Los cambios que promulgaron, algunos muy necesarios y otros revolucionarios, estaban destinados a provocar una conmoción masiva. Todas las presentes, especialmente Sofía, estaban muy  conscientes de lo que sucedía. El 12 de julio de 1839, Sofía llegó a la Villa Lante con todo el Consejo General. Juntas, se dirigieron en procesión al fresco. Allí, consagró la Sociedad a Nuestra Señora de los Dolores. Poco después, decretó que las  RSCJ debían rezar  todos los viernes, el rosario de los Siete Dolores.

En los años siguientes, muchas casas de la Sociedad fueron dedicadas  a Nuestra Señora de los Dolores. Entre ellas durante los años de crisis entre  1839-1851: Nueva York, que más tarde se convertiría en Manhattanville, y Montpellier (1841) y Eden Hall (1847); más tarde, pero aún durante la vida de Sofía, Montreal (1861) y ya aún más tarde  Maryville (1872), Avigliana (1889), Newcastle (1904) y Vancouver (1911). La oración de consagración utilizada por Sofía en 1839 se recitaba todos los años en todas las casas de la Sociedad hasta la década de 1960. En 1913, en la Iglesia universal la fiesta se celebró  el 15 de septiembre, un día después de la Exaltación de la Santa Cruz.

Se cree que la imagen que mostramos  aquí se parece al fresco original del  jardín de la Villa Lante. Es una copia muy grande que fue encargada más tarde y ejecutada por el artista Pietro Gagliardi (1809-1890). Ahora está colgada en un salón  grande en la Villa Lante.

En septiembre de 1911, Janet Stuart dio una de sus primeras conferencias como superiora general sobre Nuestra Señora de los Dolores. En ella escribió: “En la vida espiritual, el fruto del dolor es la alegría. Cuando la tristeza cae sobre el corazón que ama a Dios, seguramente se expandirá en ese corazón bajo el sol de la fe y el amor, hasta que finalmente se convierta en alegría, cuyo fruto a su vez se convierte en una semilla para la eternidad”.

En julio de 1939, se celebró el centenario de la consagración en toda la Sociedad. La Capilla Dolors” en  Barat College, entre otros, fue erigida para conmemorar esta ocasión.

Carolyn Osiek rscj
Archivista, Provincia USC
 
** Re-publicado y traducido con permiso de
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