Desplegar la vida …Ofrecer el don recibido
El Reino y la misión de Jesús son el horizonte y el sentido de nuestra formación. La formación es para nosotras, rscj, un modo de disponernos ante la vida, una invitación constante a aprender, a crecer, a dejarnos transformar…. Nos hemos ido dando cuenta que la transformación es distinta del cambio. Las estrategias del cambio parten de nuestras propias iniciativas, mientras que la transformación siempre es fruto de un Encuentro. Surge cuando nos aventuramos con todo nuestro ser al encuentro hondo y sincero con Dios, y a dejarnos encontrar por Él, ahí donde estamos, sin que nada de nuestras vidas quede fuera de este encuentro. (p. 12)
En la comunidad y en la misión, en la vida preciosa de cada una, en cada rostro; como discípulas de Jesús queremos continuar ofreciendo su don para alegrar y sanar, para
reconciliar y celebrar, para cuidar y embellecer…Para dar a cada persona la posibilidad de recomenzar una vez más. (p. 32)