Dibujo de Santa Magdalena Sofía de Carla Riffinelli
Carmela Velarde, profesora del Colegio Sagrado Corazón - Chalet de Lima (Perú), relata una situación en la que la determinación y la sensibilidad de dos profesoras hicieron que una niña volviera a la escuela.
Mediados de abril de 2022, no tenemos noticias de Lucero. Es su último año en la primaria del colegio Sagrado Corazón - Chalet, la tutora nos informa preocupada que van dos semanas desde el inicio del año escolar y no ha asistido a clases. Se ha enviado correos electrónicos, mensajes al chat y no hay respuesta. No contestan las llamadas. Nadie nos da razón. La única salida es ir a buscarla, la norma no lo exige, pero el corazón lo demanda. Con la dirección en la mano y el permiso otorgado, vamos de a dos como dice el Evangelio. Llegamos a su casa. Suena el timbre varias veces y no hay respuesta. Tocamos la puerta de manera mesurada y con delicadeza; nadie nos responde. Insistimos, los golpes son cada vez más fuertes y seguidos (pienso en la viuda de la parábola pidiendo justicia al juez injusto) nos turnamos para tocar, primero mi compañera y luego yo. Desde un segundo piso nos observan con recelo: ¿a quién buscan?, ah, sí, ahí viven, pero al fondo, sigan tocando…
Cuando estábamos por rendirnos nos abren la puerta, es el abuelo que a diario la recogía a la salida de clases. Los papás no están, se han ido a trabajar, conversamos con él (le han dicho que siguen las clases virtuales), a sus 85 años se compromete como abuelo: Lucero asistirá al colegio temprano, acompañada de sus padres, sino, yo mismo la llevo. Al día siguiente, la niña llegó contenta al Chalet; los papás, asustados y avergonzados. Las disculpas, excusas y motivos quedan de lado; solo les pedimos que sean responsables, (ahora es cuando aplicamos la norma) y firman con rapidez el acta de compromiso. Tengo la certeza que en cada Institución educativa del Sagrado Corazón se han presentado muchos casos como el de Lucero. La respuesta al legado de Sofía se hace cada vez más extensiva e inclusiva: “Por una sola niña, por un solo niño, por una sola adolescente, por una sola joven, por un solo joven…”, que seamos siempre fieles a la misión de educar desde el Corazón.
Carmela Velarde
Teacher of the Sacred Heart School Chalet - Lima