A Santa Magdalena Sofía Barat

Admiro en ti, Magdalena Sofía,
a la mujer fuerte y frágil,
a la mujer tierna y firme,
a la mujer exigente y compasiva.

Admiro en ti a la mujer activa,
con esa actividad aprendida
al contemplar el Corazón de Cristo.

Admiro en ti a la mujer de contrastes:
amiga de los humildes,
tratas con sencillez a los grandes de este mundo;
amiga del silencio y la oración,
recorres los caminos de Europa
para dar a luz y sostener a tus comunidades;
sabes amar con fuerza
y sabes también separarte.

Admiro en ti, Magdalena Sofía,
tu ardor al servicio de las familias,
de los niños y de los jóvenes.
Me gusta tu creatividad, tu dinamismo,
y esa capacidad de renovarte
que te permitió decir a los 83 años:
"El mundo cambia, 
debemos cambiar nuestro plan de estudios."

Gracias, Magdalena Sofía,
por no dejarte paralizar por tu propia debilidad
y permitir que, en ella, actuara la fuerza de Dios.

Siguiéndote a ti, hemos descubierto
que la fuente de la vida nace de un Corazón herido.

Marie-Thérèse Théry rscj
Province de Bélgica/Francia/Países Bajos
 
 
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