La provincia de Europa Central (CEU) organizó una
PEREGRINACIÓN DE JÓVENES
del 19 al 25 de julio,
llevando a las Jornadas Mundiales de la Juventud
del 25 al 31 de julio en Cracovia, Polonia.
Iniciamos nuestro camino desde Budapest el día 19 por la mañana. Ibamos en el grupo 19 peregrinos, todos de Hungría. Cuánto hubiéramos deseado la participación de jóvenes de otros países, para vivir la experiencia de nuestra internacionalidad, pero esta vez no fue posible.
Llegamos a Stary Sacz, cerca de la frontera con Polonia, y allí emprendimos la marcha. Hicimos todo el trayecto a pie, cargados con nuestras mochilas, pero nos seguía un jeep con los paquetes más pesados. Por el camino nos deteníamos para comer y dormíamos en gimnasios o en salas de clase de colegios por donde pasábamos.
La jornada empezaba con una oración de la mañana, y luego era el desayuno. Recorríamos de 15 a 20 Km cada día, con pequeños altos en el camino, y una hora completa en silencio. Después del medio día, al llegar a nuestro destino, celebrábamos la eucaristía antes de comer. Al atardecer los directores, los sacerdotes o los monitores nos organizaban programas variados, por ejemplo: un concierto o una reunión con peregrinos de otros países. El último día de la peregrinación visitamos las grutas de la mina de sal de Wieliczka, y finalmente entramos en Cracovia.
Visit to the salt mine in Wieliczka
En Cracovia fuimos recibidos por familias que nos ofrecieron alojamiento y desayuno. Así conocimos por experiencia la hospitalidad, la fe, la confianza y la amabilidad del pueblo polaco.
Nuestro grupo de peregrinos empezaba las mañanas con una reunión, y luego asistíamos a catequesis en húngaro y escuchábamos conferencias de obispos o arzobispos húngaros. Después de la eucaristía escogíamos libremente entre las diversas actividades de las distintas horas de la tarde: adoración, ceremonias religiosas, danza, oír diferentes estilos de música cristiana, representaciones teatrales o películas, visita de museos, y otros muchos programas.
Dos millones de peregrinos acudieron a Cracovia para festejar a Jesús y pasar esos días juntos. La atmósfera era maravillosa: la gente sonreía, cantaba, agitaba banderas. Había batallones de policías velando por nuestra seguridad, y voluntarios que nos ayudaban a resolver cualquier problema y nos daban información. En la ciudad vimos imágenes de los santos patrones de Polonia: Juan Pablo II y Sor Faustina. El ambiente se hizo aun más especial al llegar el Papa Francisco para presidir el Viacrucis, la Vigilia de adoración y la Eucaristía de clausura.
Los jóvenes en peregrinación con RSCJs Anna Csókási (sentada, 2ª desde la izquierda), Mariola Pietrzak (sentada, 3ª desde la izquierda),
y Erika Tornya (de pie, 2ª desde la derecha), y los candidatos Ágnes Béres (con camisa azul) y Tímea Milánkovics (con camisa blanca).
Erika Tornya rscj
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