se siembra debilidad y resucita fortaleza…
El 18 de septiembre, al día siguiente de terminar la Asamblea de Provinciales 2014, la mayoría de las provinciales visitamos los campos de concentración de Auschwitz. Los recuerdos, las historias y rostros de esos lugares nos hicieron volver la mirada, el corazón y la mente de nuevo y totalmente a la herida de la humanidad que sigue abierta, las heridas del costado, de los pies y de las manos de Jesús que permanecen abiertas en nuestra humanidad.
Auschwitz nos llenó de gritos silencioso, miradas horrorizadas, manos agotadas de suplicar, llantos resignados, hambre, fatiga, humo y cenizas de mujeres, niños y hombres. Despertó una vez más nuestra conciencia de cuán profunda es la herida de la humanidad, de cada persona y de cada pueblo. La herida del sufrimiento y la herida del mal.
¿No se acabará nunca el dolor, el poder desgarrador y destructor del mal que siempre vuelve?
¿Cómo podemos repetir la guerra, la tortura, la aniquilación de otros?
Jesús permanece con su Corazón Abierto por una Herida… ¿no se sanará nunca?
Después de tocarle las heridas estamos invitados a volver a creer, a creer más que antes que
Señor, tú que te fijas en el pobre, que escuchas el clamor del que sufre y que te inclinas sobre el enfermo… Mira el dolor de nuestra tierra, escucha a tus hijos que no tiene quien les ayude, toca las heridas de la creación. Envíanos para manifestar tu ternura y compasión.
Aquí hay un video de la visita a Auschwitz. Gracias al Museo y Memorial de Auschwitz-Birkenau (www.auschwitz.org) por el permiso para incluir en este video las fotos de sitios y objetos de la memorabilia que tomamos durante nuestra visita.
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