Abran sus corazones con Magdalena Sofía: Una mujer audaz

La Provincia de BFN ha creado una serie mensual que presenta la vida y la obra de Magdalena Sofía y nos invita a seguir su audaz ejemplo. Lea la entrega del mes de noviembre: Una mujer audaz.

Fechas importantes de noviembre

  • 18 de noviembre – Fiesta de Santa Filipina Duchesne, primera misionera (enviada a Luisiana)
  • 21 de noviembre de 1800 – Consagración de Magdalena Sofía, fecha de la fundación de la Sociedad del Sagrado Corazón de Jesús
  • 1 de noviembre de 1815 – Convocatoria del Primer Consejo General (Capítulo General) de la Congregación

La vida de Magdalena Sofía 

Sofía deja Joigny por París a finales de 1795, mientras las persecuciones religiosas aún no habían terminado. Se alojó en la rue de Touraine donde Luis, ordenado sacerdote en secreto durante la Revolución, celebraba misa todos los días. Magdalena Sofía instruía a niños pequeños y les enseñaba el catecismo. Poco a poco, el deseo de dar una nueva forma al culto del Sagrado Corazón, como medio de reparar los excesos del Terror que había impedido el ejercicio del culto y la transmisión de la fe.

Continúa su formación religiosa, teológica, patrística y seglar, a veces con otras jóvenes que viven con ella, animadas por el mismo deseo. Este tiempo es un aprendizaje, una forma de noviciado. Poco a poco, se fortalece en ella el deseo de la vida religiosa. El encuentro con el Padre Varin, Padre de la Fe, fue decisivo. La Compañía de Jesús en aquella época había sida disuelta por el Papa y los jesuitas ya no existían, pero los Padres de la Fe, un instituto reciente, estaban muy cerca de ella.

El 21 de noviembre 1800, fiesta de la Presentación de María, Sofía hizo su primera consagración en la capilla de la rue de Touraine con otras tres jóvenes, ninguna de las cuales perseveró.

El 21 de noviembre 1801, una primera comunidad se estableció en Amiens, calle Martin Bleu-Dieu, con Magdalena Sofía y otras dos jóvenes. Amiens fue así la «cuna» de la Sociedad del Sagrado Corazón.

Para la oración

Habiendo entrado Jesús en Jericó, atravesaba la ciudad. Había allí un hombre llamado Zaqueo, que era jefe de los cobradores del impuesto y muy rico. Quería ver cómo era Jesús, pero no lo conseguía en medio de tanta gente, pues era de baja estatura. Entonces se adelantó corriendo y se subió a un árbol para verlo cuando pasara por allí. Cuando llegó Jesús al lugar, miró hacia arriba y le dijo: “Zaqueo, baja en seguida, pues hoy tengo que quedarme en tu casa.” Zaqueo bajó rápidamente y lo recibió con alegría. Entonces todos empezaron a criticar y a decir: “Se ha ido a casa de un rico que es un pecador.” Pero Zaqueo dijo resueltamente a Jesús: “Señor, voy a dar la mitad de mis bienes a los pobres, y a quien le haya exigido algo injustamente le devolveré cuatro veces más.” Jesús, pues, dijo con respecto a él: “Hoy ha llegado la salvación a esta casa, pues también este hombre es un hijo de Abraham. El Hijo del Hombre ha venido a buscar y a salvar lo que estaba perdido.” (Lucas 19:1-10)

“Zaqueo quiso ver quién era Jesus”: ¡Qué sorpresa! También Jesus tiene un gran deseo de encontrarse con Zaqueo. ¿Cuál es mi deseo de encontrarme con Jesus, ¿cuál es mi árbol, ¿cuáles son los medios que tomo para buscar a verlo?

«Debo hospedarme en tu casa»: Jesús tiene la asombrosa audacia de invitarse a la casa de alguien «no muy recomendable». Esto hace que Zaqueo este contento, pero todos los demás enfadados…¿Cómo me siento al respecto? ¿Alguna vez me atrevo a hacer cosas o atreverme a tener una relación con alguien cuando me arriesgo a las burlas, a la desaprobación o enfado de los demás? ¿Alguna vez alguien me ha defendido cuando todos los demás estaban en mi contra?

«Zaqueo queda transformado por la audacia de Jesús»: En mi vida, ¿ha habido momentos en los que el encuentro con Jesús me ha invitado a cambiar, a compartir…? Dialoga con Jesús sobre esto, da gracias. Pídale la gracia de volver a compartir y ser audaz en mi vida gracias a él.

De los escritos

«Aquí estoy con la idea más importante de nuestra pequeña Sociedad del Sagrado Corazón, la de reunirme con chicas jóvenes para establecer una pequeña comunidad que, noche y día, adoraría al Corazón de Jesús ultrajado en su amor eucarístico; pero, me dije, cuando tengamos veinticuatro religiosas en condiciones de sustituirnos en un reclinatorio, para mantener adoración perpetua, será mucho y muy poco para tan noble propósito. Si tuviéramos jóvenes alumnas a las que formaríamos al espíritu de adoración y reparación, ¡qué diferente sería! Y vi cientos, miles de adoradoras ante una custodia ideal y universal, elevada sobre la Iglesia. Eso es, me dije, ante un santo y solitario tabernáculo: debemos consagrarnos a la educación de la juventud, a reconstruir en las almas las bases sólidas de una fe viva en el Santísimo Sacramento, y para luchar contra las huellas del Jansenismo que ha traído la impiedad, y con las revelaciones de Jesucristo a la Beata Margarita María sobre la devoción expiatoria a su Sagrado Corazón en el Santísimo Sacramento, levantaremos una multitud de adoradoras de todas las naciones hasta los extremos de la tierra.

(P. Perdrau, RSCJ, Les loisirs de l’abbaye)

Respecto a la consagración en la Rue de Touraine: «Al no haber visto nunca una ceremonia religiosa, ésta, por sencilla que fuera, me causó una profunda impresión. Al retirarnos, dejamos una vela delante del altar, que debía arder hasta la noche como señal de gratitud. A la hora de cenar, el padre Varin, mi hermano y el padre Roger se sentaron a la mesa con nosotros; era como si estuviéramos observando el ágape de los primeros cristianos, donde reinaba una piadosa dilatación. La comida se prolongó así un poco más de lo habitual: no se había terminado la cena cuando una señora nos vino a visitar; no queriendo molestarnos, entró primero a la capilla; qué conmoción fue para ella ver el mantel del altar todo en llamas. Se apresuró a advertirnos y el daño fue pronto reparado; unos momentos más, y el altar se hubiera consumido, ¿quién sabe si también no se hubiera quemado la casa?

Así, desde el momento en que nacimos, el diablo comenzó a hacernos la guerra y el Maestro divino a protegernos.»

(P. Perdrau, RSCJ, Les loisirs de l’abbaye)

Textos para hoy

Salir, “embarcarnos” como Sociedad, y junto con otros y otras, hacia las nuevas periferias geográficas y existenciales, para acompañar la vida que brota, defender la justicia, la paz y la integridad de la creación, en respuesta a todos los que buscan sentido a su vida, los que han sido heridos, desplazados y excluidos por la pobreza, la violencia y la degradación ambiental.

Vivir más humanamente: Con la radicalidad del estilo de Jesús de Nazaret, hacernos más hermanas entre nosotras y con otros, más humanas, más sencillas, más cercanas, para mostrar el rostro alegre y compasivo de Dios y servir a la vida allí donde seamos enviadas.

(Capitulo general 2016, llamadas N° 1 y 2, p. 18-19)

Una invitación

Magdalena Sofía mostró prueba de audacia. Quería formar una multitud de adoradoras del Sagrado Corazón de todas las naciones para transformar el mundo a través de la oración y creó escuelas: ella siempre quiso vivir más como Cristo.

  • ¿Tengo yo también el deseo de ser audaz, como Zaqueo, como Magdalena Sofía, como tantos cristianos que siguen a Cristo?
  • ¿Qué forma podría adoptar? ¿Estoy dispuesta/o a dar un paso más?

Escucha los cantos y la música 


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