La nueva frontera
Después de la caída del comunismo en Rusia, Moscú se convirtió para las rscj en un lugar privilegiado de misión. En el tiempo de Filipina, decenas de habitantes de la aldea de Florissant recibían cada Pascua el Bautismo. Cada año, decenas de adultos, preparados por las rscj de Moscú, reciben en Pascua los sacramentos de la iniciación cristiana.
Después de la Revolución, Francia necesitaba “obreros” para una nueva evangelización, pero América llamaba con fuerza a Filipina, sobre todo los pueblos indígenas que nunca habían oído hablar de la Buena Nueva de Dios. “Heme aquí,” fue la respuesta de Filipina.
Filipina encontró en el Nuevo Mundo muchas dificultades: pobreza, enfermedades, un trabajo rudo, distancias, soledad, la perversión de las costumbres. En todas esas contradicciones la FE VIVA fue su apoyo. Esta fe la expresaba en la obediencia a través de una relación continua con Sofía. También la expresaba en un diálogo sincero con los eclesiásticos de Luisiana.
La fecundidad de su misión venía de su aceptación de toda clase de sufrimiento, de humillaciones y de fracasos. Su consolación venía de sus largas horas de oración nocturna delante del Santísimo Sacramento en la que sacaba del Corazón de Jesús paz interior y una nueva fuerza. Un día escuchó en su oración: “No tanto teniendo éxito sino soportando adversidades estás destinada a agradarme.”
El renacimiento de la Iglesia en Rusia es un reto de lenguas, culturas y múltiples naciones en las fronteras entre Europa y Asia. Tenemos que responder como rscj. ¿Cómo son las llamadas del Capitulo General 2016? Dejémonos conducir!
Maria Stecka rscj
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