Una comunidad de tres
Mi primera comunidad se llamaba «Duchesne» y fue en ocasión de la Fiesta de Filipina que entré en el noviciado en Filipinas. Desde entonces, Filipina ha tenido un lugar en mi corazón, y he sido profundamente inspirada por su vida de oración y celo por la misión. De su historia, supe que su primer deseo de misión era ir a mi país, pero que Dios tenía otro plan para ella. Con todas estas conexiones, me sentía cerca de ella y muchas veces recurría a ella para pedir ayuda.
Hace cuatro años, después de mi profesión final, fui enviada a mi país natal para la misión. Estaba emocionada pero también llena de miedo e incertidumbre. Tenía miedo de estar sola, sin una comunidad. Además, mi presencia ya no era sólo como individuo sino como miembro de la Sociedad. Esto era un peso en mi corazón.
En el avión, leí un pequeño libro escrito por Janet Erskine Stuart RSCJ. Cada palabra me hablaba profundamente. Comencé a sentir la fuerte conexión con la Sociedad y en particular la presencia de Sofía y Filipina. Conversé con ellas acerca de muchas cosas, especialmente sobre la vida de oración y sobre el «fracaso», este último a menudo era la experiencia de Filipina. Esto me dio mucha fuerza y valentía para el viaje.
Antes de salir del avión, me di cuenta de que estaba en una comunidad de tres – Sofía y Filipina se habían unido a mí. Juntas comenzaríamos una nueva misión. Esta misión se llama ahora el Proyecto Duchesne. ¡Qué bendita soy de ser miembro de esta comunidad!
Stella S. rscj
Province |Corea-China
Our Spirituality |Reflexiones a través del mundo