Ecos del Voluntariado Internacional Sagrado Corazón: Vivido desde la provincia Bélgica-Francia-Holanda

¿Por qué nuestra provincia de Francia-Bélgica-Holanda apoya un Voluntariado Internacional Sagrado Corazón para jóvenes, hombres y mujeres de 18 a 35 años?

Los jóvenes viajan cada vez más al extranjero. Algunos tienen la esperanza de vivir una fuerte experiencia humana y espiritual a través de un descubrimiento cultural o del servicio. Tenemos como congregación una riqueza increíble: un amor a la juventud, nuestra fe, las cualidades como educadores, una familia internacional con comunidades apostólicas insertas en 41 países de los cinco continentes. Lo que deseamos es sencillamente poner esta riqueza al servicio de jóvenes.

 
¿Algunas cifras?

Estos últimos cinco años, hemos acogido 388 jóvenes, de los cuales, 108 hicieron experiencia internacional con nosotras.  Hay casi el mismo número de estancias de corta duración (1-2 meses) y de estancias prolongadas (de 2 meses a 2 años).

Fueron recibidos por nuestras hermanas en Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Corea, Escocia, EE.UU., Haití, India, Indonesia, Kenia, México, Perú, Filipinas, República Democrática del Congo. Este año, ya que la seguridad lo permite, los jóvenes podrán de nuevo ser enviados a algunos países, como Egipto.

La edad promedio es alrededor de los 21 años; y la mayoría son mujeres cristianas.

 
 
 
¿Cuál es el objetivo de este Voluntariado?

En repuesta a su petición, son enviados principalmente para conocer a personas de otras culturas, para dejarse enriquecer humana y espiritualmente por ellas, para servir y volver transformado/as, comprometiéndose con los más pobres (materialmente o con otras pobrezas) de nuestras sociedades occidentales.

 
¿Cuáles son las modalidades en los lugares concretos?

Para favorecer los encuentros y esta transformación humana y espiritual, la voluntaria/o vive en, o cerca, de una comunidad del Sagrado Corazón inserta en un medio rural o popular. La comunidad comparte sus alimentos, su oración, su red de relaciones y de misión. La voluntaria/o es acompañada regularmente por una hermana de la comunidad, reflexiona con ella lo que vive y esto le permite su ajuste con la comunidad y a la misión.

El servicio que se le confía lo  vive en colaboración con la población local, en el marco de proyectos socio-educativos, de enseñanza, de salud, de animación de la fe en la que nuestras hermanas están comprometidas. Puede coincidir o no con su preparación profesional, según se acuerda en los intercambios previos a la partida.

Para favorecer la inmersión, generalmente la joven es enviada sola. Contribuye económicamente a su alimentación y alojamiento según lo que se haya acordado antes de su llegada, y todos los gastos de viaje quedan a su cargo. En algunos lugares, en algún proyecto específico, puede ser enviada con otros jóvenes.

 
¿En qué consiste la preparación de los voluntarios?

Cada joven que pide participar en el voluntariado internacional es acogida de manera personalizada por una de nosotras (Claude o Roselyne): tenemos entrevistas personales e intercambios en base a un cuestionario; esto les ayuda a conocer mejor sus motivaciones, aspiraciones y temores.  Orientarla/o hacia otras instancias de envío es también para nosotras una manera de acompañar.

Para jóvenes que quieren seguir con nosotras, es indispensable que participen en dos fines de semana de preparación.  Se encuentran con otros que comparten el mismo deseo, profundizan su projecto personal, se disponen y preparan a vivir encuentros interculturales y a servir en contextos de pobreza. Se nutren a través de tiempos de oración, testimonios de voluntarios/as que han regresado, y encuentros con las Religiosas del Sagrado Corazón. Si en esta experiencia se sienten como «en casa», existe la posibilidad de que también se sientan como «en casa» en el lugar al que sean enviada/os.

 
 
 
¿Y al volver?

Al regreso, tendrán entrevistas personales con base en un cuestionario de evaluación. Participarán también en un fin de semana con otros voluntarios/as Sagrado Corazón enviados en el mismo año. El objetivo es ayudarles a retomar y celebrar lo que han vivido allaá lejos, profundizar los aspectos más difíciles y vivir su regreso como un nuevo comienzo… hacia la Vida. De esta experiencia surgen elecciones afectivas, vocacionales, de estudios, o de compromiso en la sociedad. Los jóvenes podrán mostrar en su vida cotidiana algo de lo que han descubierto:  una forma de solidaridad enraizada en la reciprocidad, sabiendo que tiene mucho que dar y recibir, mucho que construir con los demás…

 
Algunos ecos de los jóvenes

«Para mí, la experiencia fue un encuentro conmigo mismo, con los demás, con un país, con Dios. «

«Después de tantos años de prácticas religiosas, descubrí a Cristo vivo: en las relaciones.»

«Me hizo falta tener tiempo de oración y tiempo gratuito con la comunidad, pero ¡qué generosidad de las hermanas en la misión!, ¡qué acogida, qué amor!»

«Ya no soy la misma con las personas en la calle, con los migrantes que encuentro. «

«¿Cómo hacer para vivir aquí la alegría que tienen esos niños que carecen de todo? «

«Pensaba dar mucho durante mi voluntariado. Sí, he trabajado mucho profesionalmente, pero sobre todo he recibido tanto de los encuentros que viví: ¡gracias! «

 
 
 
Para nosotras también, el voluntariado es una oportunidad 

¡Qué alegría ser testigos del camino espiritual y humano de los voluntarios/as! ¡Qué suerte, poder descubrir, a través de este servicio, lo que viven nuestras hermanas y los amigos/as del Sagrado Corazón en diferentes partes del mundo! ¡Qué oportunidad para renovarnos, y al mismo tiempo sentimos interpeladas, por la búsqueda de los jóvenes, su sed por la oración, la vida comunitaria, el compromiso con las personas más vulnerables!

Una acción de gracias brota en nosotras por el amor y la generosidad de nuestras hermanas hacia los voluntarios/as:  tanto en nuestra provincia – especialmente nuestras hermanas mayores que rezan por los los voluntarios que les son confiados como ahijados, como en los países donde los acogen.

Deseamos tener también la oportunidad también de acoger voluntaria/os (20 a 35 años) preparada/os por nuestras hermanas de otros países.

«Cor Unum et anima una de Corde Jesu.» Sí, esta misión cerca de los jóvenes, vivida y compartida a través del mundo con todas sus exigencias, nos hace saborear de una maner especial nuestro lema: «Un solo corazón y una sola alma en el Corazón de Jesús»! Y experimentamos, a través del mundo, la humanidad es Una.

 
Hermana Roselyne Sernesi (volontariado 1-2 meses;  volontariatsacrecoeur.court@rscj.com )
Hermana Claude Deschamps (volontariado 2 meses-2 años; volontariatsacrecoeur.long@rscj.com )
www.volontariatsacrecoeur.com
 

Section |Noticias Internacionales


Province |Bélgica/Francia/Países Bajos

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