Para compartir cómo vivenciamos nuestra realidad (diversa dentro de Europa), representamos nuestras respectivas provincias dibujándolas como una mujer. El resultado fueron siete imágenes de mujeres en las que reflejábamos fragilidad y vida. Sobre las paredes de la sala estas siete mujeres mostraban rasgos diversos de su ser: el paso del tiempo y el envejecimiento, lo que nos sostiene y lo que nos pesa al caminar, la memoria agradecida por tanto vivido, las preguntas que nos acompañan y la vida que también gestamos. Siete mujeres que en un ejercicio de imaginación invitamos a encontrarse entre ellas y con Magdalena Sofía, que estando en Joigny se nos ha hecho presente de un modo especial.
El sentido de cuerpo ha sido una referencia constante y no sólo a nivel de provincias, sino como región de Europa. Sentimos la necesidad de encontrarnos, conocernos mejor y fortalecer vínculos, nos necesitamos unas a otras.
Junto a otros espacios que tenemos en nuestras provincias, este encuentro ha sido un impulso para apostar por nuestra vida y misión. Muchas gracias a todas las personas que lo han hecho posible, de un modo especial a la comunidad de Joigny por su esmerada acogida.
Con el deseo de seguir haciendo proceso y camino juntas, nos volveremos a reunir en diciembre en Miraflores de la Sierra, Madrid.
