Como RSCJ estamos llamadas a seguir a Jesús, en comunidad, a la manera de Sofía. Profundamente enraizadas en nuestra relación con Jesús, reafirmamos que la vida en comunidad es una expresión fundamental de nuestra espiritualidad.La comunidad es un espacio donde somos llamadas a una continua conversión personal y comunitaria.Buscamos aprender a ser hermanas, a crecer asumiendo nuestras vulnerabilidades y dones, y nos animamos mutuamente a correr riesgos que nos dan vida. La comunidad, como forma básica de organizarnos, es un espacio donde tomamos decisiones juntas para nuestra vida y misión. La comunidad, a todos los niveles, es misión y para la misión.Deseamos ser comunidades abiertas a todos/as para compartir la vida y la fe, los sueños y las luchas, nuestros bienes y recursos…. La alegría que hemos experimentado al vivir y celebrar juntas como hermanas, nos da un nuevo impulso para construir comunidad, también con otros/as, allí donde estemos. (Capítulo general 2008)