Esta oración está centrada por las palabras de Jesús: “La paz les dejo, mí paz les doy; no la doy como el mundo la da. No se turbe su corazón, ni tengan miedo.” (Juan. 14:27)
Es una respuesta desde la fe a los “miedos” expresados al contestar el cuestionario enviado por la Comisión de Hermanas Mayores, Provincia de México.
Feliz tú, que eres consciente, de que la actividad apostólica no termina con una determinada edad, sino que cambia, con la madurez propia de nuestro momento presente y sigue la alegría, energía y entusiasmo, para responder con la vida a la misión, en la comunidad a la que somos enviadas, siendo fermento de comunión, en lo que se nos ha encomendado.
FELICES LAS QUE TIENEN HAMBRE Y SED DE JUSTICIA, PORQUE SERÁN SACIADAS.
Feliz tú que te das cuenta de los riesgos cuando se avanza en edad y tienes confianza en que una mano amorosa te conducirá por camino seguro, no importa que tú no sepas por donde vas. El Amor de Dios y el amor de tus hermanas, te llevan hacia su Amor infinito.
FELICES LAS LIMPIAS DE CORAZÓN, PORQUE VERÁN A DIOS.
Feliz tú, que tienes el valor de recordar que Jesús dijo: “Estaré contigo todos los días, hasta el fin del mundo” (Mt.28, 20) Que te llene de confianza esta promesa. La oración personal y comunitaria, te ayudan a reforzar tu fe en que Él está siempre tan cerca, que está dentro.
FELICES LAS POBRES DE ESPÍRITU, PORQUE DE ELLAS ES EL REINO DE LOS CIELOS.
Feliz tú, que estás atenta y te atreves a superar las dificultades del camino, que sabes pedir ayuda a la comunidad, que te recuperas del cansancio para continuar la marcha. Te atreves también a discernir y a cambiar tu ruta, para salir al encuentro del Señor en esta persona que te necesita.
FELICES LAS QUE LLORAN, PORQUE SERÁN CONSOLADAS.
Feliz tú, que reconoces este sentimiento y lo enfrentas, porque toda tu vida has trabajado, luchado, amado, has sido fiel y solidaria en vida comunitaria y en el trabajo apostólico, nunca serás anónima en la historia de Dios.
FELICES LAS MISERICORDIOSAS, PORQUE ALCANZARÁN MISERICORDIA.
Feliz tú, que entregas tu autonomía física, en confianza fraterna, renovando tu “SÍ” dicho y reforzado en comunidad. Porque te das cuenta de tu crecimiento en libertad de espíritu, en total plenitud. Porque eres consciente de tu crecimiento en humildad al recibir lo que gratuitamente hiciste por otros.
FELICES LAS HUMILDES, PORQUE POSEERÁN EN HERENCIA LA TIERRA.
Feliz tú, que aceptaste la invitación de Jesús a vivir un estilo de vida, siendo signo de su Reino; para esto tienes el apoyo de la oración y de la comunidad, que ayudan a estar siempre dispuestas para compartir lo que se es y se tiene.
FELICES LAS QUE BUSCAN LA PAZ, PORQUE SERÁN LLAMADAS HIJAS DE DIOS.
Section |Año de la Vida Consagrada
Province |México
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