Mater Admirabilis

Mater Admirabilis (Madre Admirable) fue pintada en 1844 por Paulina Perdrau, postulante entonces de las religiosas del Sagrado Corazón. La Iglesia celebra su fiesta el 20 de Octubre, día de fiesta para las religiosas del Sagrado Corazón, sus compañeros y amigos.

En medio de nuestras vidas saturadas, dejémonos tocar por este fresco de Mater y pidamos a María que nos introduzca en su vida interior de donde brota todo amor verdadero.

 
Dios ha manifestado su misericordia y su fidelidad en un mundo herido por el pecado: ha enviado a su Hijo amado que se ha hecho uno de nosotros y ha entregado su vida para liberarnos, recrearnos, y reconciliar todo en El, para gloria del Padre.  (Constituciones de las Religiosas del Sagrado Corazón de Jesús RSCJ n° 2)
 
Por nuestro carisma estamos consagradas a glorificar al Corazón de Jesús. Llamadas a descubrir y manifestar su amor, respondemos dejándonos transformar por el Espíritu para vivir en unión y conformidad con el Señor y expresar a través de nuestro amor y de nuestro servicio la caridad de su Corazón.  (n° 4)
 
María, mujer de fe en el Pueblo de Dios, permanece cercana a nosotras y a toda presencia de Jesús. Al descubrir su Corazón como el más unido y conforme al Corazón de su Hijo, la Sociedad se confía especialmente a Ella para que nos conduzca a Jesús.  (n° 9)
 
Esta actitud de contemplación va penetrando todo nuestro ser y nos ayuda a vivir en unión constante con Jesucristo en nuestras relaciones, trabajos y actividades apostólicas. De ella brota una fuerza de conversión y de transformación para la misión.  Como María acogió la Palabra de Dios y la dió al mundo, así nosotras recibimos la vida de Jesús y nos entregamos con El para que todos tengan vida.  (n° 22)
 
 
“Tu Virgencita no está del todo mal. Al ir a la tribuna, a menudo doy un rodeo para ir a mirarla. Me atrae, tiene la edad de nuestras alumnas y me habla de esa juventud a la que he entregado mi vida.”
 
(Sta Magdalena Sofía Barat a Pauline Perdrau, en Les Loisirs de l’Abbaye, vol 2, pág. 18.)
 
“IQuiero atraer vuestra atención sobre la fidelidad de María. María es un modelo que no se puede alcanzar. Cuando hablamos de infidelidades no se trata de estas faltas que la fragilidad de la naturaleza nos arranca…sino de las infidelidades que resecan el corazón y lo alejan de Nuestro Señor; estas pequeñas infidelidades voluntarias a las que uno se deja llevar fácilmente: una luz que no se quiere seguir, una inspiración a la que se pone resistencia…Fidelidad y apertura a la gracia.”
 
(Sta Magdalena Sofía Barat, Conferencia 1, pág.31)