En una entrevista con la revista US Catholic, Maria Cimperman, RSCJ, teóloga y experta en vida religiosa y sinodalidad, ofrece una visión clave de cómo la formación agustiniana del papa León XIV ha moldeado su enfoque del liderazgo. Como miembro de la Orden Agustina, la formación del papa León XIV está arraigada en una espiritualidad que valora la vida en comunidad y la misión compartida. Cimperman destaca que el énfasis del papa en la sinodalidad, el diálogo, la comunidad y la paz no se refiere simplemente a una reforma estructural, sino a fomentar un discernimiento profundo y comunitario y a construir comunidad. Refleja una «espiritualidad del encuentro» y un compromiso con la escucha, especialmente hacia los marginados.
Este carisma, afirma, invita a la Iglesia a ser más relacional, más honesta y más arraigada en el amor a Dios y al prójimo. Se trata de cultivar una Iglesia que no solo hable de comunidad, sino que la encarne a través del cuidado mutuo y la misión compartida. En su opinión, este enfoque no solo supone una continuidad con el papa Francisco, sino también una profundización de la llamada de la Iglesia a la comunión a través del prisma de la espiritualidad vivida.
En última instancia, el artículo presenta la visión papal emergente de León XIV como una visión impregnada de una teología de la unidad y la participación y un estilo de liderazgo arraigado en la relacionalidad, la humildad y el discernimiento colectivo. Es un llamamiento a una Iglesia que escucha, camina junta y abraza la diversidad y la unidad en un mundo polarizado y fracturado.
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Province |Estados Unidos y Canadá
