Actualización Covid-19: Perú

A partir del 2 de abril de 2020

Un saludo agradecido desde la Provincia del Perú a toda la familia del Sagrado Corazón. Gracias a Dios estamos bien.

Aquí empezamos el 16 de Marzo con la declaración del “estado de emergencia en todo el país”, inicialmente fue hasta el 30 de marzo y ahora se ha ampliado hasta el 13 de abril. Dentro del Estado de emergencia se incluyó cerrar las fronteras, suspender vuelos, cesar actividades comerciales y paralizar el movimiento civil durante el día y toque de queda por las noches. Como en diferentes países es permitido circularparaloestrictamentenecesario. Estasmedidasnostomaronunpocodesorpresa, pero viendo el avance de la epidemia, empezamos a acatar como país, de lo contrario imposible contener la pandemia, pues nuestro sistema de salud tiene muchas deficiencias.

Es una gran ayuda que todos los días, al medio día, el presidente y los ministros comparten con la población el proceso que vamos viviendo, desde los casos de infección que aparece cada día hasta las medidas que se están tomando en los diferentes campos de la vida del país: salud, educación, poblaciones vulnerables, seguridad, economía y otros. Mantener informada a la población nos ha hecho parte de las acciones tomadas.

Nuestra preocupación los más empobrecidos, la mayor parte vive del trabajo informal, de la venta del día, al igual que la población migrante. Y en muchos sectores populares de las ciudades grandes, aún no tienen agua potable en casa, la tienen que comprar, así se convierte en paradoja que una de las recomendaciones a nivel global para evitar el contagio sea “lavarnos las manos constantemente con agua y jabón”.

Un virus tan pequeño e invisible ha puesto al descubierto la precariedad de los sistemas en nuestro país. Sabemos que el futuro será crítico, económicamente hablando, y por ende tendrá una fuerte repercusión todo y en la vida de todos.

A pesar de este momento tan duro y dramático para la gran mayoría, surgen gestos creativos y se unen solidaridades, de manera especial los jóvenes siguen siendo la fuerza viva y con iniciativa, dando la vida por el más vulnerable: desde ayudar a preparar cajas con alimentos hasta el acompañamiento remoto a las personas de tercera edad que viven solas, o generosamente donando sangre. El funcionamiento de los comedores populares en las zonas periféricas ha retomado fuerza y la vida religiosa, la iglesia, siempre apoyando estas iniciativas.

Como Provincia iniciamos todo este tiempo de “asilamiento social” con la gravedad de la enfermedad de Milagros Valdeavellano, que después de muchos años de una salud fragilizada, pero nunca decaída, pudo estrecharse en un abrazo sin fin con el Señor y tanta gente querida que nos precedió. Vivir la pascua de Milagros, en contexto de confinamiento e inamovilidad, nos ayudó a constatar que todo ocurre en los “tiempos de Dios”, la manera cómo se dio, en la sencillez y sobriedad, sólo pudo ser el testimonio de su manera profunda de vivir la opción por los pobres hasta el final. A Mila la tenemos en casa, cuando pase todo podremos dejarla en el JARDIN DE LA VIDA (columbario)que tenemos en el Chalet.

Durante todo este tiempo de aislamiento nos ayuda mucho la comunicación virtual. El zoom, Skype, WhatsApp, y el teléfono son herramientas indispensables en estas circunstancias, para reuniones de Equipo Provincial, así como para pasar un buen rato con cada comunidad de la Provincia. Felizmente en las comunidades fuera de Lima, en las zonas rurales, (Bambamarca, Jaén y Layo) no hay contagiados del virus. Son las zonas más empobrecidas del país.

Las hermanas en coordinación con la parroquia ayudan a llevar los alimentos para las familias que no tienen recursos, que viven del comercio informal y hoy no es posible contar con ello.

Las dos comunidades de San Genaro nos conectan directamente con la realidad de los barrios populares, donde hay una sobrepoblación y en las zonas más distantes no cuentan con servicios básicos. Las dos últimas semanas, una hermana de la comunidad de San Genaro presentaba síntomas muy parecidos al coronavirus, la visitó el médico, le pidió aislamiento y que se haga la prueba del hisopado, y después de 4 días recién salieron los resultados. El tiempo de espera fue bastante tenso, tanto para las hermanas que estaban en esa comunidad como para quienes habían estado en contacto con ella en otras comunidades. Hace dos días nos enviaron finalmente los resultados, felizmente y gracias a Dios, eran negativos. Fue una experiencia que nos hizo vivir en solidaridad con miles de personas y familias que pasan por esta situación.

Las Instituciones Educativas que tenemos han paralizado las clases hasta abril, se han empezado a implementar distintas plataformas a través de las cuales podrán iniciar los estudios este año, miles de estudiantes de todos los niveles.

La inquietud de cómo estar más cerca de quienes más lo necesitan nos movilizó también a la vida religiosa y a través de la Conferencia de Religiosas /os del Perú (CONFER), en coordinación con otras organizaciones sumamos esfuerzos para dar todo tipo de ayuda a las familias que están en las periferias.

Esta situación totalmente inesperada, nos ha regalado muchas enseñanzas, nos invita a reinventar nuestro estilo de vida, aprender y poner en práctica aquello que suma para el bien común: nos toca ser creativas para intentar “dar respuestas globales a un virus universal”.

Este virus nos ha dicho en todos los tonos, que todos los seres humanos estamos en la misma condición.

Pedimos al Señor que nos ha hecho experimentar la fuerza de su presencia en medio de esta crisis global, nos regale el convencimiento que permaneciendo en Él nos haremos más dóciles al soplo de su Espíritu y dejarnos conducir por él.

Nancy Durand, en nombre de las hermanas de Perú
 
 
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